Diferencias entre positividad y positividad tóxica

Diferencias entre positividad y positividad tóxica

La positividad tóxica puede provocar patologías que terminan por trastornos mentales. En las redes sociales lamentablemente se ha alimentado bastante este tipo de pensamiento, perjudicando la salud mental de las personas que lo practican.

El positivismo tóxico se puede definir como una distorsión cognitiva de la realidad, convirtiéndose en una visión exagerada de optimismo en donde se vive una fantasía de vida. Este tipo de optimismo se convierte en uno engañoso porque se centra en las emociones positivas e inmediatas, bloqueando las emociones negativas y hasta se puede llegar a fingir que todo está siempre bien. Cuando estamos en una búsqueda constante de satisfacción inmediata, de querer estar bien continuamente, es donde precisamente se comienza a formar una patología de trastorno de distorsión cognitiva, desarrollando estados de mayor estrés y ansiedad en nosotros.

La diferencias entre positividad y positividad tóxica

La positividad es la actitud de querer buscar aspectos positivos de la realidad, sin alterarla. Sin embargo, la positividad tóxica se centra en los aspectos positivos y los finge para bloquear las emociones negativas. Cuando esto ocurre se tiene una visión distorsionada de la realidad. La positividad tóxica es adictiva por la necesidad constante e intensa que tiene de encontrar algo que nos proporcione satisfacción inmediata.

Lamentablemente las personas que niegan sus fracasos, no aceptan las experiencias negativas, no pueden reconocer los procesos de aprendizaje y terminan viviendo una trampa.

Nada tiene que ver el positivismo tóxico con la psicología positiva

El positivismo tóxico nada tiene que ver con la psicología positiva de Martin Seligman. La psicología positiva es una visión de salud, de equilibrio y de bienestar en donde la persona trata de identificar y gestionar las emociones humanas. En esta corriente psicológica las experiencias negativas se reconocen y son motivo de aprendizaje.

Nunca se deben silenciar las experiencias negativas porque es cuando se aprende que las cosas cuestan y son difíciles. El aprendizaje nos ayuda a madurar y a rectificar. En conclusión, el positivismo tóxico se distancia totalmente de la psicología positiva. Los tres objetivos principales de la psicología positiva son:

  • Ocuparse tanto de las debilidades humanas como de las fortalezas.
  • Encargarse tanto de construir fortalezas como de reparar daños.
  • Estar interesados en buscar las mejores cosas de la vida como tener una vida plena, normal, estimulando nuestros talentos y habilidades.